Quizás sea ésta la obra más cercana a la tragedia griega dentro del teatro español del siglo XX, pero al mismo tiempo, debido a la situación de encierro en que la matriarca mantiene a toda su familia, puede derivar en un delirio. Las ocho mujeres de etnia gitana, que viven «encerradas» en el asentamiento chabolista más antiguo de Europa, han conseguido generar una catarsis en todos y cada uno de los miles de espectadores que ya han aplaudido en pie durante minutos el que, según la unánime crítica, ha significado «el estreno más emotivo que se haya visto en mucho tiempo en Sevilla» y uno de los éxitos de la temporada teatral española.